Veracruz, un estado vasto y extenso que rodea el Golfo de México, siempre ha ocupado un lugar especial en la historia de la producción de café. Tal vez, fue aquí mismo donde las primeras plantaciones de café en México echaron raíces, donde la riqueza de la naturaleza se entrelaza sin problemas con la tradición de generaciones, dando lugar a sabores de café extraordinarios. Únete a nosotros en un viaje virtual a Finca Santoli y descubre los tesoros ocultos detrás de su exquisito café.
Ubicada en los impresionantes paisajes de Veracruz, Finca Santoli es un testimonio de la dedicación de productores de café que han dedicado sus vidas a cultivar los mejores granos de Arabica. Con un compromiso inquebrantable con la calidad y la sostenibilidad, nuestro equipo emprendió una aventura de cata en Teocelo, en medio de la grandeza de un entorno al aire libre rodeado de belleza natural.
Durante nuestra visita a Finca Santoli, fuimos cálidamente recibidos por Víctor y su hermano Hilder, quienes ahora llevan las operaciones de la finca. Nos guiaron por sus hermosas instalaciones de agroturismo, impulsados por el deseo de ofrecer a los visitantes una experiencia inolvidable en medio del paisaje encantador lleno de aves endémicas. Aquí, puedes perderte en el abrazo de los exuberantes colinas color verde esmeralda. Es en este refugio donde prosperan sus plantas de café, nutridas por el suelo fértil y la armoniosa interacción de la luz del sol y la sombra de árboles endémicos.

Año tras año, sus dedicados recolectores regresan para cosechar minuciosamente las cerezas más maduras, durante estas semanas Victor y su hermano Hilder han puesto esmero en que los trabajadores tengan un transporte digno para llegar a las parcelas de café. Una vez cosechados, sus granos emprenden un minucioso proceso que involucra lavado, secado y una cuidadosa selección. Sus instalaciones mantienen la tradición pero también el vínculo con la tendencia a mejorar en cada paso, este año participaron por primera vez en Taza de Excelencia. Y se preparan para renovar con plantas de cepas muy buenas como Geisha, Anacafé y ovata.
Gracias a su dedicación han conquistado el paladar de hábiles tostadores de México y Estados Unidos. Y ahora, este cuidado excepcional se extenderá a Europa. ¿El resultado? Una taza de café con sabores frutales que transporta al corazón de Veracruz.